La sal es un mineral el cual se extrae directamente de mares o lagos ricos en dicho elemento. Es un ingrediente esencial en la cocina, su uso debe ser solamente el adecuado y moderado; en cantidades grandes puede opacar el resto de los ingredientes de tu platillo y ser nocivo a la salud. Las hay molidas o en grano que también es una parte crucial en la elaboración de tu receta, ya que la sal en grano tiende a manejarse porciones mínimas (0.5g a 5g) en guisos o caldos para que logre integrarse evolutivamente. Además, se utiliza en restaurantes de gran categoría para terminar (coronar o decorar) cortes de carne. La sal refinada es la más popular, solo por ser la manera más cómoda y aceptada de usarla, su integración es inmediata a cualquier alimento, producida de manera artesanal o industrial en México y muchos otros países alrededor del globo. La sal rosada del Himalaya, desde Pakistán, es de origen 100%, mineral, introducida en los últimos años como la mejor para todo por sus bajos niveles de sodio, incluso en tu comida otorgará acentos característicos, como a su vez color y vista al usarla en su forma natural en rocas, planchas o molida. La sal negra: desde India, esta sal azufrada y sulfurada con un ligero aroma a huevo, adorado por los veganos, aporta sabores ahumados y amaderados, ideal para agregar a cortes de carnes o parrilladas. La sal roja: directamente de la isla de Hawái, su color es intencionado pero de origen natural que resulta de mezclar la sal marina con arcilla rojiza de volcán, con esta mezcla encontramos cantidades elevadas de minerales de todo tipo, con sabores similares a nueces y con menos sabor a sal. La sal volcánica de Hawái: al igual que la sal roja, es una mezcla natural con las piedras volcánicas al elaborar la sal, agregando acentos ahumados y azufrados pero con una permanencia más fuerte, y por supuesto con recuerdos a carbón. La sal azul de Persia, se considera una sal fósil debido a que los cristales de los que se extrae de la provincia de Semnán tienen hasta 100 millones de años en los mares. Su color se debe al agente llamado silvinita, su sabor tiene notas muy fuertes, principalmente cítricas de limón lo cual pudiera disminuir la acidez de un platillo, por ser una sal muy seca.

Cada tipo de sal es única, y nos presenta una infinidad de posibilidades y beneficios que debemos conocer.

La sal en roca: conocida también como sal gruesa o de grano extraída de la halita en minas de todo el mundo, es la más común. De color blanco o cristalino, ideal para crear costras o curados, así como también salazones en ciertos preparados que datan desde nuestros ancestros hasta hoy en día, para la preservación y conservación de alimentos. España siendo la mayor productora de sal en este tipo. Sal piramidal de Chipre: desde las islas griegas es codiciada por los mejores chefs y conocida en las cocinas europeas por su origen 100% natural sin ninguna alteración de proceso por la industria alimentaria, se utiliza para ensalzar platos de hortalizas, vegetales, foie y pescados. Flor de Sal de la isla de Re: delicatesen de origen francés, es considerada la sal ideal para añadir el toque final a cualquier cosa, incluso a helados, mousses y postres por su sabor tenue que realzan y añaden salazón sin ser tan predominante. Ámbares de Eoceno: Sal mineral de roca extraída desde 700 metros de profundidad de la zona central de Catalunya que al igual que la de la isla de Re, es una sal fósil con 40 millones de años, es rica en potasio y ligera en sodio por naturaleza, ideal para mantener una dieta baja en sodio y rica en minerales buenos. Añade toques de antiguo mar a tu cocina. La sal en la belleza: Usa 20lts de agua tibia y disuelve 20 g. de sal para sumergir tus pies en una cubeta relajante después de una jornada pesada de trabajo, disminuirá relativamente el cansancio de tus piernas. La sal del Himalaya ayuda a regular el ph, mejora las vías respiratorias, contribuye a la buena digestión e incluso puede mejorar el sueño.